viernes, 12 de marzo de 2010
1. Resolver esta adivinanza:
Pocas veces llega al mar
y posa en el mar sus alas;
no es un hidroavión, ni un ave,
ni viene de otra galaxia.
2. Cambiar los cuatro primeros versos por otros conservando la estructura
Por ejemplo:
Conejillo del campo,
qué alegre vienes,
conejillo del campo
brillante y verde.
3. Leer el poema sustituyendo todas las vocales por la "a", por la "e", etc.
Por ejemplo:
Marapasa dal aare,
ca harmasa aras,
marapasa del aare
darada a varda.
4. A la caza de rimas: buscar palabras que rimen con mariposa, dorada y parar.
5. ¿Cómo parece que se siente el poeta al ver la mariposa? Explicar si está contento, triste, asustado, aburrido... y decir en qué palabras o ideas nos hemos fijado.
6. ¿Para qué creemos que le dice el poeta a la mariposa que no se mueva? ¿Para cazarla?
7. En las poesías infantiles los poetas suelen decir las cosas sencillas de un modo muy hermoso. Observemos cómo Federico en vez de decirnos que la mariposa tiene muchos colores y es brillante la llama "luz del candil". A ese juego con las palabras se le llama metáfora.
8. Rodear la sílaba tónica de todas las palabras del poema.
9. Jugamos a imaginar: cerramos los ojos durante un rato mientras escuchamos una música suave y el recitado del poema por el profesor. Después ilustrar la poesía tratando de incluir tanto los elementos presentes en el texto (la mariposa con sus colores dorados y verdes) como otros que se presuponen al leer la composición (un niño tal vez el poeta de pequeño en medio de un jardín lleno de flores).
10. En este poema García Lorca nos habla del viento así que vamos a imaginar que comienza a soplar sobre las palabras y las desordena. Nuestro trabajo de detectives consistirá en volver a colocarlas en su sitio de modo que quede al gusto de los niños.
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